“El oro sabe a cueva y a pimentón”: Quesos Las Cuevas triunfa fuera… y alza la voz por las ayudas a la ganadería en La Palma
El gerente, Albert Gil, celebra una medalla de oro internacional para su queso de oveja untado en pimentón y defiende que el Cabildo “pague ya” las subvenciones pendientes al sector: “No puede pagarse por lo que no existe”
Un reconocimiento que llega desde fuera
Quesos Las Cuevas está de enhorabuena. Su queso de oveja untado en pimentón se llevó la medalla de oro en un certamen internacional al que concurrieron, según les trasladó GMR, unos 340 quesos. “Es un gran orgullo, sobre todo con una variedad nueva como la de oveja; nos da energía para seguir”, celebró en COPE La Palma el gerente, Albert Gil.
El palmarés no se queda ahí: la firma también sumó premios por su curado de cabra ahumado, el más tradicional de la casa, elaborado con cabra palmera y madurado en cueva. “Esto reconoce que el trabajo se está haciendo bien”, apuntó.
La receta del éxito: del pasto a la cueva
Gil evita hablar de una “clave” única y prefiere un conjunto de prácticas: forraje propio, zonas de pastoreo, cuidado del ganado con varias comidas, elaboración manual, maduración en cueva con temperatura natural y ahumado. “Es el quehacer diario, trabajar con amor y mimo al producto”, resumió, recordando las horas de trabajo e inversión que hay detrás de cada medio kilo de queso.
En el mercado local, el tierno ahumado de cabra sigue siendo el rey, aunque los curados y el oveja van ganando terreno. La apuesta por el untado en pimentón “ha tenido muy buena aceptación, también fuera de la isla”.
El reverso amargo: ayudas que no llegan
El tramo más crítico de la entrevista miró a la administración. Gil repasó el atasco de las ayudas a la recría y a los gastos de funcionamiento: acuerdos anunciados, bases cambiadas y un límite del 30% de recría aplicable al ovino y caprino que, a su juicio, no fomenta el crecimiento.
“Si subvencionas la recría al que no la tiene igual que al que sí la tiene, no fomentas nada; mantienes”.
El asunto derivó en un contencioso administrativo, pero —subraya— sin medidas cautelares que impidan pagar ya a los ganaderos con la resolución provisional. “Antes fueron las impugnaciones; luego, que faltaba el dinero del Gobierno de Canarias; el dinero llegó y seguimos igual. Son excusas”, lamentó. También recordó que en otras islas estas líneas sí se están abonando.
“Pagar por lo que existe”
Gil defiende una regla sencilla: subvencionar la recría realmente realizada y premiar más a las razas locales (cabra, vaca y oveja palmera). “Estamos de acuerdo en que a las razas locales se les pague más. Nosotros mismos tenemos unos 300 animales palmeros”, dijo. Y dejó una imagen clara:
“La administración no puede pagar por algo que no existe”.
Responsabilidades y horizonte inmediato
Si el Cabildo no ejecuta y el dinero tuviera que devolverse al Gobierno de Canarias, “debería haber responsabilidades políticas o técnicas”, advierte. Mientras, el sector acumula cansancio y división. “Lo que pedimos es cobrar ya; lo demás puede arreglarse después”, concluyó.
Entre el aroma del ahumado y el silencio administrativo, Las Cuevas demuestra que la excelencia se gana día a día; ahora reclama que las reglas del juego hagan crecer —y no solo mantener— a la ganadería palmera.



















