La Bajada de la Virgen se canta con alma: el reencuentro de Valeria Castro con el coro infantil emociona a La Palma
En medio de una Bajada de la Virgen que ya desborda emoción, tradición y memoria colectiva, uno de los momentos más conmovedores hasta la fecha lo protagonizó la cantante palmera Valeria Castro junto a los niños y niñas del coro infantil de la Escuela Insular de Música. Un reencuentro que tuvo sabor a casa, a infancia y a raíces compartidas.
La escena tuvo lugar durante un ensayo ordinario del coro. Sin previo aviso, guitarra en mano, Valeria apareció para sorpresa de todos. La reacción fue inmediata: sonrisas, abrazos, lágrimas contenidas y una energía musical que llenó el aula. Milagros Martín, exdirectora de la Escuela Insular de Música y actual responsable del coro, no pudo ocultar su emoción. “Fue un momento mágico, inolvidable. Las caras de los niños, su alegría, la energía con la que cantaron… Fue maravilloso”, relató en COPE La Palma.
Valeria, que fue parte del coro desde muy pequeña, había dejado caer semanas antes su deseo de tener un gesto con sus antiguos compañeros. Nadie imaginó que sería tan directo, tan cálido. La complicidad con Mila, quien la acompañó en sus primeros pasos musicales, fue clave para orquestar este regalo sorpresa. Pero lo que parecía un instante único, tuvo una segunda parte aún más potente.
Durante el concierto que ofreció Valeria Castro dentro del programa de actos de la Bajada, el coro volvió a subir al escenario, esta vez ante miles de personas. Para muchos de esos niños, fue su primer concierto en directo. “Participaron con una energía y una emoción especial. Era su compañera la que estaba allí, una artista que admiran profundamente. Y eso se notó”, explicó Milagros.
La presencia del coro no fue casual. Valeria ha participado en los discos del grupo y mantiene un vínculo estrecho con la Escuela Insular. “Ella no se olvida de dónde viene. Como dice en su canción, nunca olvida la raíz. Y eso es algo que transmite constantemente. Nos lo dice en entrevistas, lo demuestra con hechos”, destacó Martín.
La profesora también quiso resaltar el esfuerzo que hay detrás de cada actuación. “Son niños y niñas de toda la isla. Ensayan fuera de su horario habitual, con un compromiso admirable. Y detrás de ellos hay familias que se organizan, que hacen sacrificios para que sus hijos estén ahí”, subrayó.
La semana grande de la Bajada sigue y para el coro, como para tantos otros colectivos, el ritmo no afloja. Participarán en la loa de salutación en la Plaza de La Encarnación, en la misa, en conciertos… “Es un no parar, pero lo hacen con ilusión. Para muchos es su primera bajada y estoy segura de que jamás la olvidarán”, dijo la docente, visiblemente emocionada.
Entre ensayo y ensayo, entre notas y emociones, la Bajada del 2025 sigue sumando instantes que pasarán a formar parte de la historia viva de la isla. Y lo ocurrido entre Valeria Castro y el coro infantil de La Palma ya está, sin duda, guardado en esa gran caja de recuerdos que esta fiesta insular sabe llenar como ninguna otra.
