Antonio Acosta: “La Bajada vive gracias a la gente que pone alma y trabajo en los actos tradicionales”
La Bajada de la Virgen de las Nieves 2025 cerró su Semana Chica con un estallido de identidad insular: la Proclama de las Danzas, un desfile–espectáculo que volvió a poner en la calle la imaginería festiva de casi todos los municipios palmeros. Quien mejor lo resume es Antonio Acosta –exconcejal capitalino y miembro del Consejo Rector de las fiestas–, responsable de la organización, junto al concejal Juan Guerra, concejal responsable, y con el asesoramiento del cronista oficial Manolo Poggio y del folclorista Dani De Foro
“Se implicaron seiscientas personas y once municipios. El resultado fue un colofón perfecto con brujas, diablos, Caballos Fuscos y Borrachitos Fogateros llenando la avenida y la Calle Real”, explicó en los micrófonos de COPE La Palma.
Un “ensayo general” de isla en fiestas
Acosta reconoce que la magnitud sorprendió también a la organización: el público desbordó las aceras, la pirotecnia funcionó sin contratiempos y hasta los cortes de tráfico se asumieron con paciencia “modo Bajada”. El desfile arrancó en Barbaridad –con los caballos fuscos de Tazacorte cabalgando a ritmo de tambores– y terminó entre chispas de fuego con el Diablo de San Miguel y el Borrachito Fogatero, clásicos de Tijarafe y Breña Baja. El consejero subraya dos claves:
- Colaboración intermunicipal. “Cada ayuntamiento puso recursos y comparsas sin competir entre sí. Esa actitud es lo que hace grande a la Bajada”.
- Profesionalidad voluntaria. Los grupos de seguridad, artificieros y portadores “son máquinas… pero gratis: lo hacen por puro amor al arte”.
Tradición frente a la avalancha de macroconciertos
Preguntado por el riesgo de solapamientos, Acosta es tajante: la Bajada debe apoyarse en lo que la hace única –danzas, romerías, minué, enanos– y no entrar en la “guerra” de carteles estivales que inunda Canarias de conciertos internacionales:
“Contra Luis Fonsi o Manuel Carrasco no podemos competir. Nuestro valor es la tradición que emociona a un niño de diez años y le hace decir: ‘en 2030 yo quiero estar ahí’”.
De ahí su llamamiento al Patronato para blindar presupuestos de actos tradicionales. Pone un ejemplo: “Los Enanos recaudan más de un millón de euros y siguen con los mismos 60.000 € de asignación que en 2015, mientras los costes se han triplicado”.
Memoria viva… y agenda para 2030
El exconcejal cree que la Proclama ya se ha ganado un sitio fijo en el calendario lustral:
- “Habrá proclama en 2030, seguro” –aunque aún haya que decidir si caerá en Semana Chica o Semana Grande.
- Reclama un programa en papel que explique recorridos y horarios a residentes y visitantes (“para que nadie vuelva a decir ‘me lo perdí’”).
- Pide al Patronato cuidar el componente religioso y “poner alfombra roja” a quienes sostienen la fiesta desde la fe y la artesanía.
Legado de una semana decisiva
Con la Semana Grande a punto de comenzar, Antonio Acosta resume la misión: “Lo que hagamos ahora marcará la Bajada de 2030. Si logramos que los niños pidan ser enanos o bailar el minué, la fiesta tendrá corazón para décadas”.
Mientras tanto, el eco de tambores, brujas y caballos fuscos sigue resonando en las calles como prueba de que la Bajada es, ante todo, un proyecto colectivo que la isla escribe –y reescribe– cada cinco años con la tinta indeleble de su memoria popular.