La economía de La Palma da señales de recuperación, pero aún con desafíos: “No es un cambio que se note de un día para otro”

El primer trimestre del año ha confirmado que la economía palmera continúa su senda de recuperación, según el último informe de coyuntura socioeconómica elaborado por Corporación 5 para la Federación de Empresarios de La Palma (FEDEPALMA). Así lo ha explicado el economista José Miguel González durante su intervención en el programa Luz Verde de COPE La Palma, donde ha analizado los principales indicadores del periodo.

“Se están viendo signos de mejora, pero hay que recordar que partimos de dos caídas muy significativas: la de la pandemia y la de la erupción volcánica”, señaló González, quien matizó que esta recuperación es especialmente compleja en el caso de La Palma por la destrucción directa de capacidad productiva que supuso el volcán.

Un crecimiento desigual y con matices

Entre los datos positivos del informe destacan el aumento del empleo, con cifras de afiliación a la Seguridad Social en máximos desde 2002, y un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) que mejora progresivamente. Además, municipios del norte de la isla han experimentado un aumento en la creación de nuevas empresas, debido en parte a que algunas zonas del Valle de Aridane aún no pueden destinarse a la actividad económica.

No obstante, González advierte que esta tendencia al alza no se nota aún de forma generalizada en el día a día. “Es normal que alguien diga ‘yo no lo noto’, porque los efectos positivos tardan más en llegar. Lo negativo se percibe rápido, pero la recuperación va más lenta”, explicó.

Luces y sombras en el tejido productivo

El informe también refleja un buen momento para el turismo extranjero, con una estancia media en ascenso y un gasto medio por turista cercano a los 152 euros diarios. Sin embargo, el turismo nacional presenta un comportamiento más irregular, ligado a la estacionalidad de las vacaciones.

Por otro lado, se mantienen los problemas estructurales del sector platanero, clave en la economía insular. La caída de las exportaciones, combinada con una oferta limitada frente a una demanda creciente, presiona los precios y genera incertidumbre. “Es un sector que hay que observar con mucha atención porque sigue siendo el gran motor económico de la isla”, alertó González.

El cemento y la paradoja de la reconstrucción

Uno de los datos que más sorprenden del informe es la estabilización del consumo de cemento, un indicador tradicional de actividad en la construcción. Pese al proceso de reconstrucción tras el volcán, no se ha registrado el repunte esperado. “En su momento hubo picos muy altos, pero ahora se ha frenado. Es preocupante porque la construcción puede generar empleo de forma rápida en economías con paro elevado como la de La Palma”, subrayó el economista.

Aun así, los niveles actuales siguen siendo superiores a los de 2019, tomado como año de referencia para el análisis.

Mirando el conjunto y a medio plazo

González insiste en que los datos deben leerse en contexto y con perspectiva temporal. “Un trimestre no define la salud económica de una isla. Lo importante es ver la tendencia acumulada a lo largo del tiempo”, dijo. Y concluyó con un mensaje esperanzador pero realista: “Los datos dicen que estamos mejor que en 2019, pero hay que seguir trabajando para que esa mejora se consolide y llegue a toda la población”.

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