Torres comprueba el avance de la primera fase de la carretera de la costa en La Palma, que se prevé concluir en abril próximo
Los técnicos confían en cumplir el plazo fijado para esta actuación singular, que se ejecuta sobre las coladas del volcán, incluye un viaducto de 246 metros de largo y dará respuesta a una vieja reivindicación de la isla
La vía conectará Tazacorte y Puerto Naos, en Los Llanos de Aridane, tras la inversión de 31 millones de euros por parte del Gobierno central, una partida no contemplada en el convenio de carreteras
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, junto con el consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, visitó este mediodía las obras de construcción, en su fase I, de la nueva carretera de la costa en el oeste de la isla de La Palma, que cuenta con un presupuesto 31 millones de euros, más 9 destinados a indemnizaciones, lo que hace un total de 40 millones. Esta carretera, que ejecuta el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, con la colaboración del Gobierno de Canarias, tiene como finalidad unir de norte a sur, con una vía de gran capacidad, las poblaciones del Valle de Aridane que quedaron incomunicadas por carretera tras la erupción volcánica de septiembre del año pasado.
Ante los medios de comunicación, Torres recordó que, cuando el volcán aún estaba en erupción, el Gobierno regional destinó dos millones de euros para actuaciones de urgencia en las conexiones viarias por la afección de la lava, al tiempo que se reactivaba una vieja reivindicación para unir Tazacorte y Puerto Naos por la costa, petición que el Ejecutivo hizo suya al crearla imprescindible tras el cambio en la orografía que había producido el volcán. Para hacerla posible, la Consejería de Obras Públicas, el Cabildo y los ayuntamientos trasladaron al Gobierno central la necesidad de esa obra por la vía de emergencia y, al final, se logró una inversión de 40 millones de euros fuera del convenio de carreteras.
Torres destaca los avances logrados desde la confirmación de esos 40 millones porque se trata de una intervención singular, al desarrollarse en terrenos aún incandescentes por la erupción, pero que cumplirá todos los parámetros de calidad y dimensiones, “por lo que dará respuesta a esa reivindicación de La Palma tras la pérdida de conectividad y contribuirá a mejorar el futuro de la isla”. El presidente insiste en el esfuerzo que se está haciendo con las viviendas y las carreteras para recuperar, cuanto antes, la normalidad en La Palma y espera que esa nueva vía se pueda acabar en la próxima primavera, siempre que no haya problema con los materiales y suministros. Según los cálculos que han trasladado hoy al jefe del Ejecutivo autonómico, las obras, que comenzaron en marzo pasado, pueden estar terminadas justamente en abril de 2023.
En su intervención, el consejero Franquis anunció que ya se ha terminado el estudio de alternativas para ejecutar la fase II de esta misma carretera, que es la que une la fase I con el pueblo de Tazacorte, un recorrido de unos 900 metros para el que ya existen cinco opciones. Estas se van a comunicar a los afectados en breve. Se trata así de consensuar la opción más viable y menos afección cause a los terrenos agrícolas.
Evolución a buen ritmo de los trabajos de la fase I
Los responsables del proyecto de vía sostienen que el desarrollo de los trabajos en el tramo 1 evoluciona a buen ritmo tras tener disponibilidad sobre todas las parcelas afectadas, lo que ha hecho posible que no se tengan impedimentos para los desplazamientos de maquinaria y que el desarrollo de la obra esté ahora mismo sin restricciones administrativas.
Ese tramo 1 de la carretera de la costa mide 4,5 kilómetros, aproximadamente, y une Las Norias con la LP-215 en Tazacorte. Será una carretera de dos carriles en la que la velocidad máxima de circulación es de 70 kilómetros por hora. Además de esta carretera, se están habilitando varios caminos transversales y paralelos a la nueva vía para permitir los accesos a las fincas que se quedaron encajados en medio de las coladas volcánicas, facilitando el acceso a su lugar de trabajo a los agricultores.
Viaducto de 246 metros de largo
El hito más importante de esta nueva carretera es un viaducto de 246 metros de largo y 7 pilas de 10 a 14 metros de alto con el que se salvarán las explotaciones plataneras situadas en la zona del tramo que intercepta con la antigua carretera de la costa y quedaron intactas tras la erupción. Este viaducto unirá las dos lenguas principales de la colada entre las montañas de La Laguna y Todoque.
En la zona del viaducto se han realizado los sondeos en estribos y zapatas de pilas para estudiar las distintas opciones de cimentación. Actualmente, se están realizando los micropilotes en estas zonas, para posteriormente comenzar la ejecución de pilas y estribos. La construcción de este viaducto requerirá de un mayor tiempo; no obstante, antes de la finalización total de la construcción es posible abrir parcialmente al tráfico la carretera habilitando un desvío provisional en la misma zona del viaducto.
Además, se han ejecutado diversas obras de drenaje transversal con tubos de alta capacidad para conducir el agua, una vez realizado el estudio hidrológico e hidráulico de las cuencas de aportación.
Se continúa con la toma de datos de temperaturas en la zona y se están haciendo pruebas con diferentes tipos de firmes para determinar cuál es el idóneo en ese suelo, ya que hay tramos en los que aún se registran temperaturas de 100 y 200 grados.