Luz verde para la economía palmera, aunque el volcán sigue pesando en el potencial de la isla

La economía de La Palma muestra signos de recuperación y un comportamiento positivo en buena parte de sus indicadores, pero aún arrastra las consecuencias estructurales de la erupción volcánica y tiene por delante retos importantes en sectores clave como la agricultura y el turismo. Así se desprende del último informe de coyuntura sobre la isla, analizado por el director de Corporación 5, José Miguel González Hernández, en el espacio “Luz Verde” que FEDEPALMA acerca cada martes a COPE La Palma.

González sitúa el buen tono del trimestre en dos grandes factores: la temporada de verano y la Bajada de la Virgen de las Nieves. Ambos han impulsado la actividad en sectores vinculados al turismo y el consumo.

“Este es el verano y eso suele incrementar la cartera de pedidos de determinados tipos de empresas relacionadas con el turismo, especialmente el peninsular”, explicó.
“La Bajada de la Virgen, más allá de su aspecto cultural y religioso, ocasiona picos de demanda que también se reflejan en economía, empresa, empleo y desempleo”.


Indicadores que miran en positivo: luz, cemento y confianza

El informe se apoya en distintos indicadores para tomar el pulso a la economía insular. Entre ellos, el consumo de energía eléctrica y el consumo de cemento destacan por su evolución favorable.

González recordó que el consumo eléctrico es un indicador “coincidente” con el ciclo económico: aumenta cuando la actividad crece.

“Que incremente el consumo de energía eléctrica significa que en ese momento el ciclo económico es expansivo”, apuntó.

En cuanto al cemento, el economista lo definió como un indicador “adelantado” del ciclo, porque su venta hoy anticipa inversión y obra en los próximos meses, tanto en edificación como en infraestructuras.

“El cemento no es un ‘output’, es un ‘input’. Que aumente su consumo significa que va a haber desarrollo de actividad productiva relacionada con la construcción en el mañana”, señaló, subrayando que se trata de un dato “obviamente positivo”.

A estos datos se suman los indicadores de confianza de empresas y consumidores. Según el informe, quienes eran pesimistas lo son ahora “menos”, y quienes se mostraban optimistas han reforzado esa percepción:

“Los que eran negativos son menos negativos y los que eran positivos han ocasionado un cierto repunte”, resumió.


Una recuperación en “rebote” y un límite claro: el daño del volcán

Preguntado por si se puede hablar ya de una recuperación en marcha y con signos muy positivos, González pidió matizar el diagnóstico.

Por un lado, confirma que hay un rebote claro respecto a los peores momentos de la pandemia, cuando muchas actividades estaban restringidas y el consumo estaba contenido.

Por otro, advierte de que La Palma arrastra un “handicap adicional”: la pérdida de capacidad productiva causada por la erupción.

“La erupción volcánica todavía ocasiona una cierta merma de capacidad potencial de oferta productiva”, indicó.
“No todos los lugares han podido restablecer su oferta, pensemos en toda la zona turística vinculada a la comarca de Los Llanos de Aridane”.

En el ámbito agrario, la exportación de plátano sigue sin recuperar el nivel previo a la erupción:

“La exportación de plátanos todavía muestra síntomas de problemática recuperación, porque no tiene la misma capacidad potencial que tenía con anterioridad”, explicó.

La recuperación, por tanto, se está produciendo sobre todo en la parte del tejido económico que no fue destruido por la lava, apoyada además en las medidas públicas: desembolso de ayudas y ventajas fiscales, como deducciones de hasta el 60 % en el IRPF para afectados.

Aun así, González recordó que reconstruir lleva más tiempo que destruir:

“No se ha recuperado la capacidad potencial, porque esa estructura no se reconstruye en el mismo tiempo que se tardó en destruirla”.


Vehículos, turismo y gasto: señales mixtas

Entre los datos positivos, el informe recoge un aumento en la matriculación de vehículos. El director de Corporación 5 matizó que este mercado está muy condicionado por los coches de alquiler, muy ligados al turismo, aunque también refleja decisiones de consumo de las familias, que se animan a comprar un vehículo cuando consideran que su situación será estable durante varios años.

Sin embargo, no todo acompaña al mismo ritmo. González señaló varios retos:

  • Retroceso en el sector agrario, especialmente por la menor capacidad del plátano de exportación.
  • Menor gasto turístico medio: los turistas que llegan a la isla gastan menos.
  • Necesidad de consolidar y reforzar el turismo internacional, después de que el turismo nacional “sacara del atolladero” a la isla en verano.
  • Urgencia de seguir trabajando en la conectividad aérea, mejorada en plazas pero aún pendiente de consolidar ocupaciones.

Además, el economista recordó que el contexto general es de proceso inflacionario: los precios han subido de forma acumulada en los últimos años. Esto hace que, en ocasiones, el gasto turístico en términos monetarios pueda aumentar más por el precio que por el volumen real de consumo.

“No hay crecimiento infinito, eso es imposible”, advirtió.
“El reto es mantener la excelencia y que el gasto turístico, que al fin y al cabo es más importante que el número de turistas, sea creciente a un ritmo asumible, para no morir de éxito”.


Empleo, contratos y el final de año

De cara al cierre del ejercicio, González valoró los últimos datos de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social, que califica como “doblemente positivos”: menos desempleados y más cotizantes.

El único punto negativo en este bloque es la disminución en la contratación, algo que atribuye a la mayor estabilidad del empleo indefinido frente al temporal:

“Un contrato indefinido rota menos que un contrato temporal”, recordó, por lo que se firman menos contratos, pero no necesariamente se destruye más empleo.

Canarias en su conjunto se encuentra ya en temporada alta, con una progresiva sustitución del turismo nacional por turismo extranjero. El deseo de González es claro:

“Esperemos que la isla de La Palma forme parte de esa última parte del año, que no se quede atrás”.


En resumen, Luz Verde deja una fotografía con claros y sombras: indicadores al alza, mejora del empleo, confianza más sólida y señales de inversión, pero también sectores aún debilitados por el volcán, un gasto turístico que debe reforzarse y la necesidad de seguir afinando el modelo de desarrollo. La recuperación está en marcha, pero el reto ahora es consolidarla sin perder de vista el equilibrio y la calidad.

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