Una nueva ordenación valiente, promoción e incentivos para impulsar el turismo
El proceso eruptivo al que nos enfrentamos ocasionó la pérdida bajo las coladas de 1.000 camas turísticas, generando unas condiciones que tampoco permiten que podamos tener rendimientos de otras 3.000 que siguen en zonas de exclusión. Es un porcentaje elevado del total de camas con las que cuenta la Isla.
Debemos ser conscientes de que prácticamente el 25% de nuestras camas no pueden ser usadas actualmente. Eso genera un duro golpe al sistema económico que hace funcionar al turismo en nuestra Isla.
Además, no poder contar con esas camas hace que el círculo de contratación se vea reducido para turoperadores y agentes locales. No podemos ofrecer lo que no tenemos y, por tanto, los aviones no consiguen llenarse.
Por eso es necesario incentivos para esas compañías. Esas ayudas comprometidas por el Gobierno de España y de Canarias, pero que no se han hecho realidad, dejando en el olvido la promesa realizada hace meses de ayudar al sector turístico palmero.
No vamos a parar de reclamar en todas las instancias que se hagan realidad esos compromisos, así como que se incrementen las partidas de promoción exterior del destino, que dejen atrás los temores entre quienes son potenciales visitantes de La Palma, y que plasmen la realidad de una Isla más que segura.
Ahora, seguimos viendo con optimismo el futuro turístico de la Isla y trabajamos cada día de la mano del sector para materializar los mejores resultados en esta nueva realidad post-volcánica. Más allá de esas pérdidas de plazas actuales, hemos aprovechado nuestra presencia en la World Travel Market de Londres para seguir alcanzando acuerdos para incrementar esa conectividad en las futuras campañas.
También el incremento de plazas por parte de Iberia y las conexiones con Dinamarca permiten contar con 11.000 plazas aéreas que contrarrestan en parte con la caída del mercado alemán y británico.
En el caso de Ryanair, seguimos en la negociación constante para volver a reactivar la operatividad con nuestra Isla en la próxima temporada de verano, quedando demostrada la importancia para la isla, pero siendo necesario que las ayudas comprometidas se hagan realidad.
Debemos recordar que el verano ha tenido unos resultados excelentes e históricos de ocupación y pernoctaciones, a pesar de la falta de oferta, y que incluso durante el mes de octubre la operatividad del aeropuerto se incrementó en un 5,3% respecto al año pasado.
Nuestro trabajo lo seguimos desarrollando con los objetivos bien marcados. Nuestra apuesta es la de recuperar una isla mejor a la que teníamos antes de la pandemia, para lo que continuamos con nuestro impulso a los centros turísticos, y la apertura, por fin, del centro de visitantes del Roque de Los Muchachos, en plena crisis volcánica, es un hito del que nos sentimos orgullosos como palmeros. Este centro se une a El Tendal y Caños de Fuego, dónde hemos desarrollado una parte temática tras la nueva erupción y completando así la red de centros dedicados a nuestro cielo, nuestros volcanes y nuestros orígenes; que son un atractivo más para quienes nos visitan. A esto se suma la generación de nuevas instalaciones atractivas, como el balneario de la Fuente Santa, y a la reordenación del territorio para resolver las carencias urbanísticas y de desarrollo con las que cuenta nuestra actual planificación.
En esa línea, la nueva ordenación territorial del Valle de Aridane debe ser una prioridad máxima de todas las administraciones para implantar un modelo de futuro, en el que el aprovechamiento turístico de manera sostenible, implique el desarrollo turístico de la costa del Valle de Aridane y que vaya de la mano del desarrollo de la carretera del Remo a la Zamora que es una de las buenas noticias que nos ha dejado el post-volcán y que todo ello permita generar nuevas economías y que La Palma sea una isla de oportunidades.