“No vi a Los Enanos”: un palmero denuncia la venta de entradas en gradas sin visibilidad durante la Bajada
Juan José Medina, vecino de La Palma, llevaba diez años esperando con ilusión la oportunidad de volver a ver el emblemático número de Los Enanos en la Bajada de la Virgen de las Nieves. Lo que debía ser una noche mágica terminó convirtiéndose en una amarga decepción. “No vi nada. Medía lo justo para distinguir algún gorro, pero mi mujer, por ejemplo, no vio absolutamente nada”, contó en COPE La Palma, donde denunció la falta total de visibilidad desde la fila donde se ubicó su asiento.
Lo más grave, a juicio de Medina, es que se vendieron más filas de las que realmente tenía la grada. “La grada tenía 25 filas, pero se vendieron entradas hasta la fila 26. Esa fila adicional estaba montada detrás de la estructura original, sobre un estrecho pasillo, con sillas plegables de tijera”, explicó. Un añadido improvisado que, según afirma, suponía una “falta de respeto total y absoluta” hacia los asistentes.
Medina recuerda con amargura el momento en que accedió al recinto. “La entrada fue rápida, todo muy organizado en ese sentido, hay que reconocerlo. Pero cuando empiezo a subir y veo la fila 25, y después unas sillas mal colocadas para la 26, ya supe que algo iba mal”. La decepción creció cuando comprobó que, desde su asiento, no se veía nada del espectáculo.
El testimonio del afectado refleja no solo frustración por el dinero invertido, sino sobre todo por la ilusión rota. “Podría haber pagado más por ver a los Enanos, me hacía mucha ilusión. Después de tanto tiempo esperando, me sentía como un niño. Pero esa ilusión ya me la quitaron, y eso no lo compensa ninguna devolución”, lamentó.
Aunque no estará en la isla para la función del día 19, Juan José considera justo al menos recibir el reembolso de la entrada. “El mal ya está hecho. Pero lo mínimo sería que devuelvan el dinero o que ofrezcan una solución para quienes se quedaron sin ver nada”.
Su crítica principal va dirigida a la falta de previsión técnica: “Lo que no se entiende es que nadie, ningún responsable, se sentara en esas gradas antes del espectáculo para comprobar si realmente se veía. Es tan fácil como que un niño se suba y diga ‘no se ve’. ¿Cómo no se comprobó algo tan evidente?”
Este caso, que no es aislado, se suma al de cientos de personas afectadas por el mismo problema durante las funciones del viernes. A pesar del buen desarrollo logístico general del evento, el error en el diseño y disposición de las gradas ha empañado uno de los actos más esperados de la Bajada.