La Danza de los Pastores devuelve la magia a la Bajada de la Virgen un siglo después
“Fue un espectáculo de poner los pelos de punta; eso es la Bajada”, celebra la concejal Yéssica Pérez tras reunir a 367 participantes y llenar la Plaza de España. Ahora mira al reto de la Cabalgata Pregón y la Batalla de las Flores.
Santa Cruz de La Palma revivió anoche uno de los rituales más antiguos y emotivos de su Bajada de la Virgen. Cien años después de la última vez, la Danza de los Pastores desfiló desde la Alameda hasta una abarrotada Plaza de España, donde el público –de pie, en balcones y escalinatas– siguió cada paso del sirinoque final con el corazón en la garganta.
“La sonrisa no se me quita; ha sido magia”, confesó en los micrófonos de COPE La Palma la concejal de Coalición Canaria Yéssica Pérez, responsable de la Danza, la Cabalgata Pregón y la Batalla de las Flores. Junto a Manolo Poggio y la Asociación Amigos de la Bajada, la edil coordinó a 367 danzantes, tocadores y abanderados de todos los rincones de la isla, “mezclados al unísono, lo nunca visto”.
Tradición que se hereda
El cortejo lo abrieron las pastorcitas y un pequeño estandarte portado por un niño de cuatro años. “Ese crío jamás olvidará este día y se lo contará a sus hijos; ahí está la clave de la Bajada”, subrayó Pérez, emocionada. Entre los veteranos sonaron los pitos y flautas de Isacc Cabrera, las castañuelas de Adal y las voces de César y Bernardo, músicos profesionales que “parecían llevar años ensayando juntos”.
La edil no ocultó los nervios que precedieron a la jornada: “Quería que hasta el último detalle –agua, sonido, seguridad– saliese perfecto”. El esfuerzo se vio recompensado cuando, al llegar a la plaza, descubrió todas las sillas ocupadas y gente buscando cualquier altura para mirar. “Es el fruto de meses de trabajo y del empuje de más de 300 voluntarios”, explicó.
Lo que viene: Cabalgata Pregón
Sin tiempo para digerir el éxito, la concejal ya se centra en la Cabalgata Pregón de esta tarde, un desfile de imaginería festiva cuyo origen se remonta a 1915 y que vuelve a la calle una década después de su última edición. Participarán unas 250 personas, con la banda de música de Punta Llana al frente.
La gran novedad será la aparición de una Tarasca –criatura mítica reconstruida desde cero– que encabezará a marineros, diablos, mímicas y mascarones. Antes, a las 19:30, la agrupación de Villa de Mazo presentará su Danza de los Arcos y se incorporará al cortejo. “Será una apertura de puertas literal para recibir a la Virgen en esta Semana Chica”, avanza Pérez, consciente del “vértigo” que implica abrir de nuevo la Calle Real.
El desafío de la Batalla de las Flores
Otro de los actos con más peso sentimental es la Batalla de las Flores, para la que se ha montado un taller artesanal paralelo. “Hay mucha gente que le tiene un cariño especial y no podemos fallarles”, recalca la concejal, que trabaja con voluntarios, floristas y antiguos costureros del ayuntamiento para renovar carrozas y ornamentos. “Se va a comparar con años anteriores, lo sé, pero confío en que saldrá muy bien; la maquinaria está engrasada”.
Asalto Prolongado al mediodía
El calendario de la edil incluye además el Gran Asalto Prolongado, una verbena al mediodía con comida popular y música del Charro Arturo, pensada “para los de antes y para quienes quieran revivir aquellas fiestas familiares que se alargaban hasta la noche”.
Una ciudad volcada
Pérez alabó la implicación de vecinos y comerciantes, que han engalanado balcones y escaparates con motivos de la Bajada: “Eso también es Bajada; la fiesta camina sola porque la gente la empuja”. La foto de familia tomada anoche, comparada con la de hace un siglo, “demuestra que lo estamos haciendo bien”, asegura.
Con la Danza de los Pastores ya en la historia, la concejal solo pide repetir la receta: trabajo, tradición y “un poquito de suerte” para que la Cabalgata Pregón y la Batalla de las Flores logren el mismo aplauso. Si mañana amanece con la misma sonrisa que hoy, sabrá que lo consiguió.