El CB Isla Bonita alza la voz por el baloncesto femenino: “Hay mucho nivel, pero aún falta visibilidad”
El baloncesto femenino palmero vive un momento histórico. El Club Baloncesto Isla Bonita, en su primer año en Liga Femenina 2, se ha ganado un hueco en la competición y también en la afición de la isla. Con un balance de cuatro victorias y cinco derrotas, el equipo se prepara ahora para un nuevo reto: visitar al Basket Almeda este sábado 6 de diciembre, a las 19:30 horas (HC), en la décima jornada de liga.
Antes de hacer las maletas rumbo a Barcelona, las jugadoras Belén Armengol, Inma Bautista y el entrenador Diego Cal pasaron por los micrófonos de “Herrera en COPE La Palma”, donde hablaron del partido, del proyecto deportivo y, sobre todo, del lugar que ocupa hoy el deporte femenino.
“El deporte femenino ha avanzado, pero le queda mucho camino”
La conversación arrancó con una reflexión sobre la desigual presencia del deporte femenino en los medios. El locutor puso un ejemplo reciente: mientras la selección española de fútbol femenino conquistaba un título europeo, la mayoría de informativos abrían con un partido masculino de Primera División.
Belén e Inma asentían:
“Sí hemos avanzado, pero aún queda mucho camino”, reconocen.
“Le falta visibilidad realmente. Nos acordamos del deporte femenino cuando llegan las Olimpiadas, pero luego no sabemos ni en qué liga juegan muchas de esas jugadoras”.
Ambas insisten en que se ha progresado respecto a cuando empezaron a practicar deporte, pero que la brecha sigue ahí. Lo perciben también en el ámbito salarial y profesional. Inma lo explica con claridad:
“Incluso en Liga Femenina 1 es difícil vivir solo del baloncesto. No todas las jugadoras pueden. En nuestra categoría, muchos equipos tienen jugadoras que ni siquiera cobran. Es muy distinto al masculino”.
Un proyecto joven, mucha carga de trabajo y ambición
Instalado en su segundo año en La Palma, el entrenador uruguayo Diego Cal ha asumido el reto de liderar este proyecto que busca consolidarse en Liga Femenina 2.
“Es un proyecto joven, con muchas cosas por mejorar, pero también con muchas cosas muy buenas”, afirma.
“La idea es que, cuando termine la temporada, las jugadoras estén mejor que cuando llegaron. No solo por los intereses del club, sino por su propio futuro deportivo”.
Las horas de trabajo lo confirman. Entre gimnasio, pista y vídeo, las jugadoras reconocen que pueden acumular hasta cinco horas de entrenamiento al día, con jornadas de doble sesión:
“Hay días de gimnasio, tiro, pista, vídeo… Los entrenadores son muy pesados con el vídeo”, bromean entre risas.
“Pero al final sabemos que es para ayudarnos. Nos dan herramientas para competir mejor”.
Un partido “ganable”, pero en una liga muy igualada
El siguiente desafío es el Basket Almeda, penúltimo clasificado pero, según todos coinciden, un rival mucho más peligroso de lo que indica la tabla.
“Esta liga es súper competitiva. Los de arriba pueden perder con los de abajo y al revés”, resume Belén.
“Han ganado un solo partido, pero tienen buenas jugadoras y compiten con todos. Puede ser un partido muy complicado”.
Diego Cal prefiere huir de la confianza:
“Es una cancha ganable, pero jugar fuera siempre es difícil. Viajar, llegar, adaptarse… Son factores que se suman. Nos estamos preparando de la mejor manera y sabemos que es un partido importante, pero en esta liga si no estás bien, cualquiera te gana”.
La hoja de ruta es clara:
“Es el primer año del equipo en la categoría. No podemos salirnos de esa mentalidad. Partido a partido. El primer objetivo es la permanencia”, subraya el técnico.
Viajes largos, curvas y una afición que marca la diferencia
Ser equipo de una isla tiene doble cara: los desplazamientos son duros para el CB Isla Bonita… pero también para quienes visitan La Palma.
“Los viajes son largos, estamos lejos”, reconocen las jugadoras. “Nosotras vamos a la Península cada 15 días, pero cuando los equipos vienen aquí también lo pasan mal: avión, escalas, la cumbre, las curvas…”.
Al mismo tiempo, ese aislamiento geográfico se convierte en identidad y en fortaleza. El pabellón se va llenando jornada tras jornada, con una mezcla de cantera, afición local y gente de otros municipios que se ha ido enganchando al proyecto.
“Da gusto ver el pabellón con gente, con tambores, con niñas animando”, explican.
“Cuando viene alguien a vernos por primera vez y ve el nivel, suele repetir. Y luego te los encuentras por la calle o en la playa y te saludan: ‘El sábado estuve viéndoles, me encantó el partido’. Eso es muy bonito”.
Las rivales, además, se van con una buena impresión de la isla:
“Las chicas del Alcorcón, por ejemplo, nos decían que estaban alucinadas con el paisaje. La isla es preciosa”, cuentan.
Referentes, cantera y un mensaje para las niñas
Otro de los grandes ejes de la entrevista fue la importancia de tener modelos en los que mirarse. Las jugadoras citan casos como el de Amaya Valdemoro, que ha ayudado a darle visibilidad al baloncesto femenino desde los medios de comunicación.
“Cuando yo era pequeña había dos jugadoras muy reconocidas; ahora hay muchísimas más”, comenta Inma.
“Es fundamental que haya referentes, que se pueda ver baloncesto femenino en plataformas y, ojalá, en televisión en abierto”.
El CB Isla Bonita ya es referente para muchas niñas de la isla. Las jugadoras participan en los entrenamientos de la cantera y sienten ese vínculo:
“Te miran cómo te colocas la muñequera, qué zapatillas llevas… Quieren seguir nuestros pasos. Yo recuerdo cuando era pequeña e iba a ver partidos. Ahora somos nosotras las que estamos en la pista y es muy emocionante”.
A esa niña o joven que pueda estar dudando si apuntarse o no, le mandan un mensaje claro:
“El baloncesto es un deporte de equipo y eso lo hace especial. Tienes una tribu, un objetivo común, una familia. Aprendes valores, haces vínculos muy fuertes y todas las jugadoras tienen un papel importante. Eso es difícil de encontrar en otros ámbitos”.
Del frío de Inglaterra y Barcelona al clima de La Palma
Las historias personales añaden color al proyecto. Belén llegó hace tres temporadas tras jugar en Inglaterra, “cerca de Newcastle, con nieve, lluvia y casi sin ver el sol”, recuerda entre risas. Cuando le ofrecieron venir a La Palma, no lo dudó:
“Era pasar del frío al sol. El proyecto me gustó y aquí sigo, tres años después”.
Inma Bautista, por su parte, aterriza en la isla tras jugar precisamente en el Basket Almeda, el rival del sábado:
“En Almeda entrenábamos solo tres días y yo trabajaba por las mañanas. Quería algo más profesional y aquí se me ofrecía ese salto… y buen clima. Encajó todo”.
El técnico Diego Cal, uruguayo de Montevideo, también dio un giro vital:
“Estaba sin equipo en Uruguay. Conocí a Felipe Brito en unas charlas, hablamos, hicimos algunos entrenamientos y me ofreció venir. Me la jugué: dejé todo por mi sueño”.
El CB Isla Bonita se ha convertido así en mucho más que un equipo recién ascendido: es un símbolo de cómo una isla pequeña puede colocar el nombre de La Palma en el mapa del baloncesto femenino nacional, competir con dignidad en una liga exigente y, al mismo tiempo, inspirar a las nuevas generaciones.
El próximo paso se llama Basket Almeda. El objetivo, de momento, es claro: seguir creciendo, asegurar la permanencia y que cada viaje, cada defensa y cada minuto de pista sigan empujando al baloncesto femenino un poco más arriba.






















