“CALZADAS DE MAZO: MAE MANTIENE QUE EXISTÍAN ALTERNATIVAS QUE HUBIERAN RESPETADO EL PATRIMONIO MEJORANDO LA ACCESIBILIDAD”
Finalizadas las obras sobre las calzadas de Villa de Mazo y consumada la modificación de su fisionomía, el señor vicepresidente del Cabildo y consejero de Infraestructuras, don Borja Perdomo, ha venido a jactarse de las mismas afirmando que se han realizado “sin restar un ápice de su singularidad patrimonial y cultural”, a la par que reconoce que se adoptaron medidas correctoras para mejorar el proyecto inicial, como la disminución del ancho de la acera o aplicar un tratamiento para oscurecer la piedra de Arucas empleada. Una contradicción en si misma la visión del asunto por el consejero, que por muchas veces que lo digan, no caeremos en la aceptación de ese discurso.
Desde MAE hemos defendido la mejora de la accesibilidad respetando en todo momento los valores patrimoniales de las calzadas, los cuales son incompatibles con la actuación realizada, consistente en retirar la piedra original en una franja de la calzada por una loseta de piedra sin ningún parecido con la existente. Además, la colocación de una baranda discontinua a lo largo de la calzada demuestra que la accesibilidad no mejora con la mera sustitución de la piedra, siendo necesario un elemento de apoyo. Todo ello sin perjuicio de que la pendiente hace imposible el cumplimiento de la normativa de accesibilidad. No es razonable que bajo el pretexto de la accesibilidad se haya perpetrado un daño innecesario y de mal gusto a nuestro patrimonio.
Tanto el señor Perdomo como el grupo de gobierno del Ayuntamiento de Villa de Mazo, el cual redacta el proyecto, han concluido la obra como querían y les ha parecido bien el resultado final, desoyendo no sólo las peticiones de nuestros concejales, sino a personas de nuestro municipio y del resto de la isla que públicamente se han opuesto a la retirada de la piedra original. No se ha tratado de una cuestión de gustos, sino incluso de legalidad pues la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias resolvió la adopción de medidas cautelares que supuso la suspensión de las obras por el tiempo máximo legalmente permitido. La inacción de dicha Dirección General acabó convirtiendo en cooperador necesario a la Administración autonómica, que junto al Cabildo Insular y el Ayuntamiento han hecho oídos sordos a las solicitudes formales realizadas para la incoación de bien de interés cultural de nuestras calzadas. Eso no se hizo, lo cual fue su decisión y su responsabilidad, pues sabían que si se hubiera iniciado ese expediente la actuación tendría que haber sido diferente al tener que haber protegido la esencia inicial que se utilizó cuando se construyeron las calzadas.
Nos es difícil imaginar un cuadro de un autor reconocido siendo restaurado sin respetar la esencia original del autor, añadiendo pinturas y trazos de otro autor. Creemos que las obras en las Calzadas debían de haber respetado la idea original con la que fueron construídas mejorando su accesibilidad y respetando la piedra original, la cual podía haberse tratado y devuelto a su lugar de origen sin duda con un mejor resultado a las losetas utilizadas y que fueron traídas desde Arucas. Compartimos una foto de cómo hubiera quedado la acera si se hubiera utilizado la piedra original puliendo una de sus caras, nivelando y rejuntando. Como vemos en la foto, que visualiza dicha alternativa, el impacto visual hubiera sido inexistente manteniendo la esencia de la construcción original y mejorando la accesibilidad.
Demandamos de nuestros gobernantes capacidad de autocrítica y capacidad para escuchar y reflexionar en estos tiempos que en paralelo se presume de fomentar la participación ciudadana.