Alberto Paz reivindica el esfuerzo del Cabildo con el campo palmero y admite retrasos en las ayudas y en el albergue insular de animales

El consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de La Palma, Alberto Paz, hizo balance del año en una entrevista en COPE La Palma en la que combinó anuncios de nuevas ayudas para el sector primario con autocrítica por los retrasos en algunos expedientes y proyectos clave, como el albergue insular de animales.

Paz se mostró “con las pilas cargadas” y con “ganas de asumir más responsabilidad”, pero también expresó “rabia” por la lentitud de la reconstrucción en el Valle de Aridane y reclamó al Estado y al PSOE “lealtad con el pueblo de La Palma” y que las partidas prometidas lleguen “en tiempo y forma y sin jueguitos de ajedrez”.


6,5 millones por pérdida de renta: “Ha costado sudor y lágrimas”

El consejero confirmó que ya han comenzado a abonarse los 6,5 millones de euros en ayudas por pérdida de renta a los agricultores plataneros:

“Ya se le efectuaron los pagos a las cooperativas y a las OPP, y ahora son ellas las encargadas de pagar a los agricultores. Esto ha costado sudor y lágrimas”.

Paz explicó que estas ayudas corrigen una falta de cobertura de los años 2022 y 2023 y subrayó el esfuerzo del servicio insular de Agricultura, que suele gestionar unos 4 millones anuales y este año ha tenido que manejar “entre 13 y 14 millones de euros”.

Defendió el tiempo invertido en contrastar los expedientes y revisar casos dudosos:

“Visitamos fincas para ver si estaban abandonadas o no, si estaban sembradas de plátano o de aguacate, y no pagamos fincas que estaban en Tenerife. Cuando las cosas se hacen bien requieren un tiempo”.

Reconoció, no obstante, que el Cabildo habría obtenido “un nueve” si el dinero hubiese llegado antes:

“Sí, nos hubiese gustado pagar antes, pero con los medios que tenemos y con lo que se tardó en recibir los datos de Agroseguro, no se pudo”.


Nueva ayuda de 9 millones por daños de ceniza en toda la isla

Más allá de la zona de exclusión, el consejero avanzó que el Cabildo trabaja con el presidente del Gobierno de Canarias y con el titular insular, Sergio Rodríguez, en una nueva partida de 9 millones de euros para agricultores afectados por la ceniza en el conjunto de la isla.

“Tenemos el cálculo hecho, una previsión para toda la isla por afección de ceniza. Habrá que corregir cosas porque la otra vez se pagó a gente que estaba en otra isla o que no tenía plátano, y eso hay que revisarlo, pero ya tenemos programa y simulaciones, será más rápido que esta vez”.

Paz recordó que si el Cabildo no hubiera asumido la competencia para repartir estas ayudas “se hubiera tardado todavía más”, aunque admitió que el Gobierno de Canarias tiene “más músculo y más experiencia” en estos procedimientos. Destacó también que el Cabildo ha creado una herramienta informática “similar a una inteligencia artificial” para agilizar la gestión, que han puesto a disposición de la comunidad autónoma.


Ganadería: ayudas nuevas, retrasos y petición de “no hacer guerras”

El consejero detalló la situación de las ayudas a la ganadería, otro frente sensible. Confirmó que ya han empezado a pagarse las subvenciones a la recría y las ayudas a gastos de funcionamiento, esta última concebida como una ayuda estructural que da continuidad al apoyo temporal por la guerra de Ucrania.

Explicó que se trata de una subvención de nueva creación, acordada tras reuniones con el sector, que sufrió un importante retraso por un recurso contencioso:

“La mayoría aceptó la propuesta, una minoría no, presentó recurso y un juez dijo que la forma en que respondimos no era correcta. No entró en el contenido, pero tuvimos que volver a la comisión, cambiar la forma con el visto bueno de PSOE y Coalición Canaria y la abstención del PP”.

Paz cifró en 507.000 euros el volumen global de estas ayudas –unos 290.000 euros para la convocatoria actual y otros 500.000 ya comprometidos para 2025– y pidió evitar confrontaciones internas:

“Más que enfrentamiento, hay que ver el lado positivo: tenemos una nueva ayuda que el sector llevaba años reclamando. La idea es mejorarla, marcar más la diferencia entre ganado palmero y foráneo, y sobre todo pagarla antes”.

Admitió que los ganaderos tenían razón cuando en noviembre se quejaban de no haber cobrado “ni un duro” y asumió que es un error político no fijar plazos claros:

“Tenemos que aprender a marcar fechas y no crear falsas expectativas. En otros países europeos se sabe en qué fecha se cobra y la gente no vive en esta incertidumbre”.


Defensa de las subvenciones y la soberanía alimentaria

Ante las críticas a la “subvencionitis”, Paz defendió que en un territorio ultraperiférico como La Palma y en el contexto actual las ayudas públicas son imprescindibles para mantener la soberanía alimentaria:

“Si no fuera por estas subvenciones, el sector ganadero difícilmente subsistiría. Tendríamos que suprimir de nuestra consejería lo de soberanía alimentaria, porque toda la carne la tendríamos que comprar fuera”.

Recordó que sin ayudas el precio de productos como el queso sería inasumible para muchos bolsillos y comparó estas subvenciones con otras de las que se beneficia el conjunto de la ciudadanía, como el 75% de descuento aéreo o las bonificaciones fiscales en otros territorios.


Proyectos de futuro: Emiratos, plátano liofilizado y valor añadido

Paz repasó también varios proyectos estratégicos para dar valor añadido a la producción agroalimentaria palmera.

Sobre la posible salida de productos a Emiratos Árabes Unidos, señaló que el contrato con la primera empresa se ha frenado, pero que el trabajo continúa:

“Se sigue trabajando, mantenemos contacto directo semanal con empresas de Emiratos. Es un tema de gran envergadura y va despacio, pero va caminando”.

En cuanto al proyecto de plátano liofilizado, adelantó que la fábrica prevista en La Palma espera poder estar operativa “entre enero y febrero”, con intención de crecer más allá de la previsión inicial ante el interés de mercado.

“Las cooperativas están trabajando con nosotros en logística. Además, ya tenemos visto bueno para que, si el plátano se vende en fresco y luego alguien lo procesa, se pueda seguir cobrando la ayuda. Eso abre la puerta a recuperar experiencias como el ‘frutín’ y a nuevas líneas de transformación”.

El consejero dijo que se trabaja también con cadenas hoteleras y de supermercados interesadas en productos gourmet palmeros, aunque con la cautela de no prometer más producción de la que realmente puede suministrar la isla.


Bienestar animal: “En el albergue estoy suspendido”

Preguntado por el futuro del albergue insular de animales, Paz fue especialmente autocrítico:

“Ahí estoy suspendido. Hemos sido lentos, muy lentos, y asumo yo la responsabilidad”.

Reconoció que, aunque se han incrementado las ayudas a las protectoras, el proyecto del albergue se ha atrasado por la falta de medios técnicos, el cambio en la clasificación del suelo y las dudas sobre si demoler total o parcialmente lo existente.

“Tenía que haber sido más directo: encargar un proyecto claro a un arquitecto, apostar por un modelo y después buscar la financiación”.

Indicó que se trabaja para declarar la infraestructura bien de interés insular y que se estudian vías de financiación europea, inspirándose en un proyecto de Cataluña que logró un 75% de subvención. Se comprometió a dar prioridad al albergue en cuanto se cierre el gran bloque de subvenciones pendientes.


Controles sanitarios y especies invasoras: “Hay que ser tajantes”

En la parte final de la entrevista, Paz abordó la preocupación ciudadana por la entrada de plagas y enfermedades a través de puertos y aeropuertos, en un contexto de amenaza por gripe aviar, enfermedades porcinas, lengua azul o problemas en las viñas como los ya detectados en Tenerife.

Reconoció que es “prácticamente imposible controlarlo todo”, pero abogó por una gran campaña de concienciación desde las escuelas para que la población entienda el riesgo de mover plantas y material vegetal entre islas:

“Todos hemos llevado alguna vez varitas de viña a otra isla por desconocimiento. No sabemos el daño que podemos causar”.

Sobre los controles oficiales, admitió que muchos son aleatorios y defendió la necesidad de “apretar más” en las inspecciones. Como ejemplo de la línea que quiere seguir, recordó que La Palma se negó a autorizar la salida de uva de la isla cuando se activó la alerta por filoxera:

“Aquí se fue claro: no se dio ningún permiso. Primero, por proteger la isla; segundo, para no quedarnos sin la poca uva que teníamos”.

El consejero citó casos como la mosca blanca, la cochinilla de la tunera o el rabo de gato, que ya ha invadido incluso núcleos urbanos, como ejemplo de lo que ocurre cuando no se actúa con suficiente firmeza:

“El rabo de gato vino para quedarse, desgraciadamente. Igual que otras especies invasoras”.

Paz concluyó agradeciendo el espacio en COPE La Palma y reivindicó la importancia de poder explicar con claridad a los ciudadanos qué se está haciendo:

“Me siento a gusto y hablo como si estuviese en mi casa, sin trabas en la lengua y diciendo a la gente lo que de verdad pensamos”.

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