La Palma Artesanía trabaja para evitar la desaparición de oficios en peligro de extinción
La empresa pública Sodepal ha celebrado en 2023 un extenso programa formativo y un campus de verano sobre artesanía
El Cabildo de La Palma, a través del proyecto La Palma Artesanía de la empresa pública Sodepal, ha desarrollado una intensa labor formativa en 2023 para evitar la desaparición de oficios artesanos ancestrales, apoyando sus acciones en los conocimientos de profesionales de la Isla con una extensa trayectoria.
El programa formativo ha abarcado desde la tejeduría a la marroquinería, pasando por la cerámica y rosetas, además de sumar la joyería. En cada uno de los cursos se ha apostado por difundir la elaboración más tradicional, que aporta un valor añadido a los productos hechos en La Palma.
La consejera delegada de Sodepal, Miriam Perestelo, y el consejero insular de Artesanía, Pablo Díaz Cobiella, han coincidido al destacar que la artesanía de La Palma es el relato tangible de un universo creativo que se ha transmitido de generación en generación, un sector con oficios que nos hablan de la historia de la Isla, del talento y laboriosidad de su gente y cuya supervivencia debe ser una obligación.
Perestelo y Díaz Cobiella han hecho especial hincapié en el compromiso e inmenso trabajo desarrollado por las personas que se han encargado de impartir el programa formativo, que se ha desarrollado en la Escuela de Artesanía, profesionales como Solbeida Marante (tejeduría); Juan Manuel Simón (marroquinería); Silvia Teresa Baly (joyería); Lena Llia Keler (cerámica) y Silvia Abrante (rosetas), a los que se unió el gemólogo Pedro Ferreiro impartiendo clases magistrales de joyería.
Este martes, 19 de diciembre, se ha hecho entrega a las personas que han participado en este programa formativo y campus de verano de los diplomas acreditativos de haber desarrollado estos cursos.
Además del programa formativo, La Palma Artesanía ha apostado por involucrar a los jóvenes en el mundo de la artesanía. A propósito, durante dos meses celebró un campus de verano, en el que fueron protagonistas el bordado, con la artesana María Rodríguez Zerpa, y la cestería de badana o ristra, con Carmen Delia Mesa como monitora.
