Ángel Herrera Cabrera: “La Palma es una isla metafísica que invita a la creación”
En el emblemático Barco de la Virgen, Santiago Jorge conversa con el escritor Ángel Herrera Cabrera en una nueva entrega de La Palma por los cuatro costados, sección de COPE La Palma que abre ventanas al arte, la cultura y el pensamiento de nuestra tierra. Entre referencias literarias, anécdotas personales y reflexiones profundas, Ángel comparte su trayectoria, su visión del mundo y el proceso creativo que ha dado vida a su último libro: El mensajero.
Aunque nacido en Tenerife, Herrera tiene raíces palmeras —de Los Canarios, en Fuencaliente—, y un vínculo afectivo con la Isla Bonita que se refleja en parte de su obra. “Muchos fragmentos de La tierna fragancia, mi primera novela, están ambientados aquí”, cuenta.
Su amor por las letras germinó en un hogar lleno de libros: su padre, lector empedernido de clásicos como Cervantes; su madre, lectora fiel de textos teológicos y bíblicos. Herrera recuerda con cariño su primer acercamiento a la lectura, a través de Un capitán de quince años, de Julio Verne. Sin embargo, no sería hasta la adolescencia cuando comenzó a escribir, como parte de un proceso de búsqueda interior.
Uno de los momentos cruciales de su juventud fue una beca que lo llevó a estudiar en Estados Unidos. “Con 17 años, esa experiencia me cambió el chip mental”, confiesa. Desde entonces, viajar se convirtió en una parte esencial de su formación. “El canario necesita salir fuera para comparar, para reconocerse. Viajar es una obligación cultural”, afirma con rotundidad.
Herrera ha estado en Alemania, Grecia e Italia, y a su regreso, dice haber redescubierto Canarias con nuevos ojos. En su visión, La Palma es algo más que un destino turístico: “Es una isla metafísica, una isla que invita a la creación, al recogimiento, a la reflexión.”
El mensajero, su último libro, es fruto de una de esas etapas de introspección. Compuesto por 500 epigramas —uno para cada día de la semana, divididos en siete bloques—, la obra es un canto vitalista, una apuesta por el pensamiento profundo y el amor como diálogo infinito. “Fue escrito en una etapa dolorosa, mientras mi madre estaba enferma. Lo hice para darme ánimos a mí mismo”, revela.
Uno de los epigramas más citados por el autor es el titulado Fórmula del amor:
Nunca preguntes a nadie si te amará, pregúntale si te hablará siempre. El amor es un ameno infinito diálogo entre dos personas.
Una frase que encierra su visión de las relaciones humanas y la importancia del diálogo frente al silencio.
Actualmente, Ángel trabaja en dos nuevos proyectos: un diario de su viaje juvenil a Estados Unidos, y otro libro centrado en vivencias espirituales entre La Palma y Tenerife. “Es un libro que nace de estos viajes recientes. La Palma tiene un aire de misticismo que cualquier persona creativa necesita”.
Herrera también destaca la necesidad de volver a las raíces culturales del archipiélago. “Las islas mayores se están convirtiendo en grandes urbes. Pero nuestra esencia es clásica, latina, metafísica… debemos recuperar ese espíritu”, defiende con convicción.
Antes de finalizar, comparte un poema del surrealista canario Emeterio Gutiérrez Albelo, demostrando su admiración por una tradición literaria que conecta lo espiritual, lo onírico y lo isleño.
Con su palabra clara, su fe en la literatura y su amor por las islas, Ángel Herrera Cabrera es un mensajero que, desde el silencio de la escritura, lanza su invitación a pensar, a crear y a creer que otro mundo —más bondadoso, más humano— es posible.