El alma íntima de la Bajada de la Virgen, contada desde dentro
COPE La Palma – Espacio socio-religioso con el sacerdote Francisco Hernández
En pleno corazón de la Bajada de la Virgen de las Nieves 2025, el espacio de programación socio-religiosa conducido por el sacerdote Francisco Hernández en “Herrera en COPE La Palma” ha brindado una mirada profundamente humana y espiritual a uno de los momentos más íntimos y significativos de esta fiesta lustral: el acompañamiento, cuidado y preparación de la imagen de la patrona por parte de sus camareras, mayordomos y custodios.
En esta edición, participaron Carmen María Hernández y Víctor Manuel Cabrera, camarera y mayordomo de la Virgen, junto a la voluntaria de Cáritas Carmen Argía Cabrera y, vía telefónica, Pedro Ortega y el párroco de Tazacorte, Pedro José Rodríguez.
Entre la fe, el detalle y la herencia
Con emoción serena y precisión artesanal, Carmen María y Víctor relataron el delicado proceso de vestir a la Virgen, una labor cargada de simbolismo, paciencia y tradición. “La Virgen está vestida primero de fe, y luego le ponemos el traje”, apuntó Hernández, emocionada. Para ambos, estar tan cerca de la imagen supone una gran responsabilidad: no solo por la minuciosidad del trabajo, sino por lo que representa para el pueblo palmero.
Desde la elección del traje —este año el de color pistacho, símbolo de esperanza— hasta la disposición de joyas y ornamentos, todo se planifica con discreción y reverencia. “Es una labor que se transmite, que se aprende sobre la marcha, en silencio, como quien arregla a su madre en la intimidad”, subrayó Cabrera.
El testimonio de una vida: Pedro Ortega, 82 años con la Virgen
Uno de los momentos más conmovedores del programa fue la intervención de Pedro Ortega, custodio de la Virgen desde niño, que relató con voz pausada y memoria viva sus más de 70 años junto a la imagen. “La he cargado infinidad de veces. Una de las que más me marcó fue cuando bajamos por el barranco en el año 2000”, recordó.
Pedro, que ya no puede acompañar la procesión por problemas de salud, expresó su deseo más profundo para esta edición: “Pido salud. Y que la Virgen me deje verla en la próxima Bajada”. Conmovido, afirmó que la devoción a María debería ser “tan importante como comer y beber”.
Los mártires de Tazacorte, fe y entrega
Coincidiendo con la festividad litúrgica del 15 de julio, el programa también incluyó la intervención del párroco de Tazacorte, Pedro José Rodríguez, quien explicó la celebración de los Beatos Mártires, misioneros asesinados en Brasil en 1570 tras partir desde la costa palmera. “Rechazaron renunciar a su fe. Hoy son ejemplo de fidelidad y entrega total a Dios”, destacó. La parroquia de San Miguel acogió este año la visita del obispo para presidir la eucaristía y procesión con sus reliquias.
Devoción, retorno y compromiso social
Carmen Argía, retornada de Venezuela y coordinadora de Cáritas en el arciprestazgo norte, cerró el espacio con su testimonio como migrante y voluntaria. Tras décadas viviendo fuera, volvió a la isla tras un episodio violento. “Un militar disparó dentro de mi casa. Ese día decidimos irnos”, relató.
Desde entonces, su compromiso con Cáritas ha sido firme: “Lo que más admiro de María es su humildad y su aceptación. Yo intento trabajar eso en mí misma”. Participar en el proyecto solidario de esta Bajada —destinado a apoyar a Cáritas en Senegal— la llena de sentido: “Nadie quiere irse de su país. Esta ayuda les permite quedarse si lo desean”.
La Virgen deja huella
“Todos los caminos conducen a ella”, resumió Carmen María Hernández. “Lo importante es la Virgen, y el espíritu con el que nos acercamos”, completó Víctor Cabrera. Unos minutos de radio que sirvieron para recordar que, más allá del fervor popular, hay una devoción silenciosa que se transmite entre generaciones, que se viste con mimo, se protege con fe y se lleva, para siempre, en el alma.
